La vivienda está orientada a personas con discapacidad intelectual y/o física que necesitan apoyos extensos y/o generalizados en diversas áreas de la vida cotidiana.
Es un recurso residencial especializado donde se asegura una atención individualizada y de calidad en el alojamiento, manutención, psico-social y médico sanitaria, de las personas que la habitan, proporcionando un ambiente personalizado y familiar en el que las personas se sientan como en su propia casa.