El Servicio de Ocio y Voluntariado diseñó una escapada de fin de semana en una casa rural de Vélez Rubio para un grupo de clientes de ASPAPROS. El grupo tuvo la oportunidad de disfrutar de un espacio y tiempo de relax, gastronomía y turismo. La casa rural contaba con todas las comodidades para poder disfrutar de momentos únicos en un ambiente distendido y familiar, no fueron pocas las partidas de billar, futbolín y charlas al calor de la chimenea.
El viernes por la tarde llegaron a la Casa Azulares, cortijo con encanto y muy recomendable, y Juana Maria y Antonio, los propietarios les atendieron estupendamente. Se instalaron en las habitaciones y pronto se pusieron manos a la obra para hacer la cena, hamburguesas con queso y ensalada que salieron para chuparse los dedos.
El sábado por la mañana tocaba desayunar bien para coger fuerzas porque les esperaba un apasionante día de turismo rural. Visitaron el conocido mercadillo de Vélez Rubio, pasearon por el centro histórico del pueblo y visitaron la Iglesia de la Encarnación y el museo Miguel Guirao, donde la «Tita Ana» (ver fotos abajo) tuvo gran protagonismo ya que todo el mundo se quiso fotografiar con ella mientras hacía unas migas en la chimenea.
Una vez que conocieron todos los rincones más representativos de Vélez Rubio, volvieron a la casa para dar buena cuenta de unos excelentes macarrones a la boloñesa que hicieron Veronica, Miriam y Victor. Después de una siesta y una café, tocó el turno de conocer el precioso pueblo de Vélez Blanco. Visitaron su famoso castillo, se asombraron con la arquitectura tan característica del pueblo y como colofón, saborearon un dulce exquisito en una cafetería muy conocida en la zona.
Visitado Vélez Blanco volvieron a la casa muy ilusionados, porque esa noche les tocaba hacerse la cena, cada uno se hizo a su gusto una pizza, que superados inicialmente algunos problemas técnicos con el horno de leña, devoraron ya que el día había sido muy duro. El domingo, se levantaron sin prisas, recogieron sus maletas y de vuelta a casa.