Programa de Transición a la Vida Adulta

Un grupo de amigos pasan la tarde juntos.

 

Han cogido el autobús que les ha llevado al centro. Han paseado por el Paseo de Almería y han merendado un trozo de pizza. En resumen, han estado un rato a gusto con sus amigos, hablando de “sus cosas”, mientras pasean por su ciudad.

Esta fue la actividad que realizaron los componentes del grupo de transición a la vida adulta en su reunión semanal. ¿Una actividad normal? Si, para cualquier grupo de amigos, con independencia de que se trate de un grupo de personas con discapacidad intelectual.

La normalización en las actividades cotidianas es, entre otros, uno de los objetivos que se persiguen en estas reuniones semanales del programa de transición a la vida adulta y no solo en la teoría de explicarles como se saca un billete de autobús, si no aplicándolo a la vida cotidiana, haciendo que tengan que, físicamente, esperarlo, identificar cual tienen que coger y saber que dinero tienen que dar al conductor y cuanto tiene que devolverles.

Igualmente, casi sin apreciarlo, siguen con su actividad y aprendizaje práctico, al comprarse el trozo de pizza del sabor que ellos elijen, saber cuánto le cuesta y si tienen o no dinero suficiente para realizar ese gasto.

Parece sencillo, y realmente lo es, ya que con los apoyos necesarios todos somos capaces de realizar todo tipo de actividades.

Comparte este post: