#YoDecidoTuMeApoyas.

Durante el mes de junio ASPAPROS va a realizar una campaña de sensibilización y concienciación sobre la importancia de la autodeterminación, bajo el lema #YoDecidoTuMeApoyas.

¿Por qué es importante y qué significa autodeterminación?. Es un concepto decisivo en la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo ya que permite a la persona que controle su vida y sus decisiones, les permite elegir, tomar decisiones, ayudar a planificar metas personales etc.

Según los autores Field, Martin, Miller, Ward y Wehmeyer la autodeterminación es una combinación de habilidades, conocimiento y creencias que capacitan a una persona para comprometerse en una conducta conducta autónoma, autorregulada y dirigida a meta. Para la autodeterminación es esencial la comprensión de las fuerzas y limitaciones de uno, junto con la creencia de que es capaz y efectivo. Cuando actuamos sobre las bases de estas habilidades y actitudes, las personas tienen más capacidad para tomar el control de sus vidas y asumir el papel de adultos exitosos.

 Las personas autodeterminadas son personas capaces de gestionar sus propios sueños y anhelos, contando con los apoyos que precisen. Una persona autodeterminada quiere que se tenga en cuenta su opinión en todos los ámbitos de su vida (ocio, deporte, sociedad, trabajo, vivienda, educación,…).

No queremos a personas encerradas en cárceles con barrotes de oro, queremos que cada una de ellas sean libres y protagonistas de sus propias vidas.

Según Wehmeyer (1996) hay cuatro características que definen las acciones autodeterminadas: autonomía, autorregulación, desarrollo psicológico (capacitación) y autorrealización; las dos primeras son capacidades y las otras dos serían actitudes. Estas características irán surgiendo según se vayan adquiriendo los diferentes componentes de la conducta autodeterminada, algunos de los cuales serían según el citado autor: «la elección, la toma de decisiones, la resolución de problemas, el establecimiento de metas y la adquisición de habilidades, la autoobservación, evaluación y autorrefuerzo, el locus de control interno, las atribuciones positivas de autoeficacia y las expectativas de resultado, el autoconocimiento y el conocimiento de sí mismo». La labor de instrucción para promover la autodeterminación se da a este nivel, enseñando cada uno de estos elementos.

Elegir es un derecho de toda persona, sea cual sea su condición, y por tanto, no hacerlo es una forma de discriminar. Además de ésta, hay otras muchas razones, ya expuestas por Bambara y Koger (1996) como son que: la elección es un camino hacia la autosatisfacción y la calidad de vida, ya que nos permite organizarnos la vida en función de nuestras preferencias; elegir nos prepara para ser independientes, porque la verdadera independencia no es hacer bien las tareas diarias, es ser autónomo, tener el control; elegir aumenta la motivación por el aprendizaje y elegir previene algunas conductas desafiantes, las que son consecuencia de falta de control.

ASPAPROS desde su compromiso ético por la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y la de sus familias asume una serie de principios:

  • La calidad de vida para personas con discapacidad intelectual se compone de los mismos factores y relaciones que para el resto de personas que componen una sociedad.
  • La calidad de vida aumenta dando el poder a las personas de participar en decisiones que afectan a sus vidas.
  • El apoyo debe capacitar a la persona para tomar sus propias decisiones.
  • La aceptación e integración plena en la comunidad aumenta la calidad de vida.
  • La calidad de vida mejora como resultado de un buen ajuste entre los deseos y aspiraciones de la persona y su satisfacción y ambientes.
  • Se experimenta calidad de vida cuando se tienen las mismas oportunidades que el resto de perseguir y lograr metas significativas.
  • Todas las personas tienen derecho a vivir, aprender y participar en su comunidad.

Fruto de ese compromiso y guiados por los anteriormente citados principios, la labor diaria de ASPAPROS cuenta con instrumentos para mejorar la autodeterminación de nuestros clientes.

  • El 100% de nuestros clientes cuenta con planes individuales basados en la metodología de la Planificación Centrada en la Persona. Dicha metodología pretende que la persona con discapacidad, con el apoyo de un grupo de personas significativas para ella, formule sus propios planes y metas de futuro, así como las estrategias, medios y acciones para ir consiguiendo avances y logros en el cumplimiento de su plan de vida personal. Esta metodología está basada en la creencia profunda de que ninguna persona es igual a otra y todos tenemos distintos intereses, necesidades y sueños, y, por tanto, la individualización debe ser y de hecho es, el valor central de los servicios que prestan apoyos a las personas.
  • Desde hace casi una década, ASPAPROS apostó por la creación de grupos de autogestores en los recursos que gestiona. Un grupo de autogestores son personas con discapacidad intelectual que hablan por sí mismas, se representan a sí mismas, son sus propios portavoces y son protagonistas de su vida. Estos grupos cobran gran importancia ya que el objetivo es participar, aportar, opinar, tener voz. En definitiva ejercer derechos y deberes propios de la Ciudadanía. Estos grupos son muy importantes ya que trascienden el nivel individual y van más allá, se pretende que sean ellos mismos los que aporten y representen en la sociedad y/o comunidad más cercana al colectivo.
  • Los Grupos de Formación de Familias (Escuela de Padres) son un pilar básico también para fomentar la autodeterminación. Nuestro Servicio de Apoyo a Familias forma y apoya individualmente a los familiares para que fomenten y potencien las habilidades y actitudes necesarias para que las personas con discapacidad intelectual cada vez más, adquieran mayores cuotas de autodeterminación en sus propias vidas.
  • Como hemos dicho anteriormente, la autodeterminación es uno de nuestros principales objetivos, por ello entendemos que dicha dimensión forma parte, de forma transversal, en cada una de las acciones y/o intervenciones del personal de apoyo de ASPAPROS. Es por ello que nuestra entidad apuesta firmemente por la formación a nuestros profesionales para que faciliten y promuevan acciones encaminadas a aumentar la autodeterminación de nuestros clientes.

Anualmente evaluamos la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual para comprobar la eficacia de los servicios de la asociación y poder planificar intervenciones en función de las oportunidades de mejora detectadas. En concreto la asociación utiliza la contrastada escala GENCAT, basada en el modelo propuesto por Schalock y Verdugo que plantea ocho dimensiones centrales que constituyen una vida de calidad: bienestar emocional, relaciones interpersonales, bienestar material, desarrollo personal, bienestar físico, autodeterminación, inclusión social y derechos. Todas y cada una de estas ocho dimensiones tienen posibilidad de mejora en cualquier persona.

 Los resultados obtenidos a lo largo de los años, evidencian la evolución, tanto individual como colectiva, del índice de calidad de vida y de los resultados de cada una de las ocho dimensiones. En concreto la dimensión autodeterminación, objeto de este artículo, que ha ido mejorando progresivamente en los diferentes centros de ASPAPROS. Podríamos destacar los resultados obtenidos en el Centro Ocupacional de la asociación que en 2011 obtuvo una puntuación de 7,7 y actualmente nos situamos en 11 sobre un máximo de 16. Mejora del 43% que supone todo un hito de trasformación social y empoderamiento de las personas con discapacidad intelectual.

 

 

 

 

 

 

 

 

Comparte este post: