¿Desinstitucionalización?

Hace más de 50 años un grupo de padres y madres de personas con discapacidad intelectual se unieron para fundar ASPAPROS. El porqué es fácil de entender: sus hijos no tenían ni una sola oportunidad de construir un futuro que no fuera vivir bajo las alas de sus padres hasta que estos murieran y que luego algún familiar los acogiera. Solo pensarlo es devastador, y eso mismo fue lo que sintieron los fundadores de nuestra asociación y por eso emprendieron un camino arduo en la búsqueda de oportunidades y una vida mejor para sus hijos y los de otros almerienses. Por eso siempre que escribo sobre ellos se me vienen a la cabeza los “pioneers” norteamericanos o los aventureros españoles en el nuevo mundo, porque en ambos casos huían de una realidad triste para ir en pos de sus sueños.
Soñadores sí, pero no en vano: fue gracias al esfuerzo de ASPAPROS que se construyó el primer colegio de educación especial de la provincia de Almería, el Princesa Sofía; el primer centro de atención infantil temprana (CAIT) y único durante muchos años; y los primeros, y exclusivos por décadas, talleres laborales hoy llamados ocupacionales. Cuando un pediatra concluía que un niño tenía discapacidad intelectual recomendaba a las familias ir a ASPAPROS para encontrar consuelo para sus corazones, pañuelo para sus lágrimas e insufladores de ánimo para sus almas. El pasado de la asociación, aunque con altibajos, ha sido crucial para la vida de innumerables almerienses, y el presente no lo es menos: X niños atendidos en terapias, hogar para X personas, centro para desarrollo de sus habilidades personales para X personas, centro de trabajo especial para X personas con discapacidad intelectual, X familias apoyadas, X voluntarios y una amplia acción social que comprende intervención con jóvenes, sensibilización, deporte, viajes, ocio, actividades en la comunidad y un largo etc. Todo esto bajo los más altos estándares éticos y de calidad, prueba de ello son la certificación en “Calidad Plena” de Plena Inclusión que solo compartimos con otras 5 entidades de España y que nos posiciona como referentes en la gestión excelente y la prestación de apoyos especializados. Sin olvidar la reciente acreditación de calidad del CAIT ASPAPROS con la puntuación más alta de toda Andalucía. Además de otros premios y reconocimientos públicos por parte de entidades y administraciones.
Pero para nosotros la más importante de las distinciones, es la que nos dan cada día las personas que asisten a nuestros centros y servicios así como las familias. Nos sentimos respaldados, valorados y apoyados por sus muestras de satisfacción, gestos de felicidad y por las felicitaciones que recibimos tanto en persona como a través de nuestras profusas redes sociales.
¿ASPAPROS ha sido y es eficaz en su propósito? Rotundamente sí. Seguimos compartiendo los mismos sueños que hace más de medio siglo aunque ya hayamos conseguido algunos de ellos. Y no estamos solos, cientos de entidades, asociaciones y fundaciones, en toda la geografía española están llevado a cabo una encomiable labor con las personas con discapacidad intelectual, mejorando su calidad de vida y apoyando proyectos de vida digna y plena.
De un tiempo a esta parte Plena Inclusión está promoviendo una nueva idea, la “desinstitucionalización”. ¿Y qué significa esta palabra tan difícil de pronunciar?. Según los vídeos que Plena inclusión ha publicado, es sacar a las personas de las instituciones.
Plena Inclusión no responde a cuestiones como: ¿qué recurso podemos ofrecer a quién por su discapacidad necesite apoyos que solo puedan recibir con personal e instrumental especializado durante las 24 horas del día?, ¿en qué domicilio puede residir quién no lo tenga?, ¿cómo podemos proteger de abusos cuando el contexto social que lo rodea es adverso?, ¿cómo se puede sustentar económicamente el acceso a servicios básicos y específicos a personas que sufren la deslocalización?, ¿cómo se puede garantizar la autodeterminación en su entorno, la inclusión social, el desarrollo personal o el ocio?. Todas estas cuestiones tienen su respuesta en las asociaciones y fundaciones, como ASPAPROS y muchas otras. Respuestas que mejoran la calidad de vida real de las personas con discapacidad por encima de sesgos idelógicos y ensoñaciones de los gurús de turno. La historia de ASPAPROS lo demuestra, hemos sido cruciales en la historia de Almería y en la de decenas de miles de familias. ASPAPROS seguirá siendo una proveedora excelente de felicidad, esperanza y seguridad para las familias.

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