Silvia Rivas, dirige la Residencia de Adultos para personas con discapacidad intelectual de ASPAPROS en el municipio almeriense de Viator, cargo que obstenta desde el año 2.009, aunque su relación laboral con la asociación empezó en el año 2.006, cuando al acabar la carrera de Pisicología recibió una oferta por mediación del Servicio Andaluz de Salud para empezar a trabajar en ASPAPROS, más concretamente como Monitora de Ocio. Así durante tres años, para después pasar a la dirección de la Unidad de Estancia Diurna y responsable de Calidad y Proyectos y posteriormente, en febrero de 2.009, a su actual puesto de Directora de la Residencia de Adultos. Al pedirle una definición sobre si misma su respuesta fue rápida y concisa: Soy una mujer que disfruta del día a día y que le gusta su trabajo. Silvia se considera una persona solidadaria y ayudar a los demás es uno de los valores de su vida. El trabajar con personas con discapacidad intelectual le sirve como terapia personal, ya que compartir su día a día le hace evadirse de algún otro problema que pueda tener, … es muy gratificante, ellos me aportan mucho. Y aunque su relación con las personas con discapacidad intelectual empezó junto con su actividad como monitora de ocio en ASPAPROS, debido a la carrera que curso en sus años de estudiante siempre me llamó la atención en mundo de las personas con discapacidad, tanto física como psíquica, más que nada por darle a estas personas los apoyos que necesitan para alcanzar la normalización frente a la sociedad.
Silvia nos refiere que los clientes a los que va dirigida la residencia son personas con discapacidad intelectual de grado moderado, es decir, personas con unas necesidades de apoyo intermintentes y que por una serie de circunstancias inusuales en la familia o por la ausencia de ésta, utilizan el recurso de la residencia como hogar ya que si no estarían en una situación de desamparo. Actualmente la residencia presta servicio a 46 personas con discapacidad intelectual, existiendo además 2 plazas de Respiro Familiar, destinadas a estancias breves que favorecen una situación familiar temporal.
El trabajo que se lleva a cabo desde la dirección de la Residencia de Adultos es muy ámplio, abarcando desde la coordinación con los profesionales de Atención Directa con las personas con discapacidad intelectual y la relación con sus familiares, hasta el trato más directo y cercano con los clientes de la residencia. Los servicios que ofrecemos a las personas con discapacidad intelectual son los propios de cualquier tipo de residencia: comedor, ocio, rehabilitación funcional, atención sanitaria, … trabajando siempre con programas de habilidades adaptativas , autogestores y prelaborales. Todo siempre enfocado a conseguir una mayor autodeterminación de las personas con discapacidad intelectual.
Al mencionarnos la palabra «autodeterminación» le preguntamos por una definición de la misma de una forma coloquial y comprensible para todo aquel que no tenga relación más o menos directa con el mundo de la discapaciad intelectual: Con este término entendemos el conseguir que la persona con discapacidad intelectual pueda elegir lo que quiere en todos los ámbitos de su vida.
Otra cuestión que se encuentra de actualidad es la conveniencia de residencia o piso tutelado: Va en función de los apoyos y de la supervisión para realizar tareas de la vida diaria que necesita la persona con discapacidad intelectual. Silvia las llamaría mejor “vivienda con apoyos”, en las que un profesional ayuda a la persona con discapacidad intelectual a realizar las tareas cotidianas que aún no sabe hacer.
Acabamos esta charla con una pregunta que no podemos dejar de hacerle ¿Eres socia? Sí lo soy. Para mí solo es un pequeño grano de arena y para la asociación es algo más, con muchos granos se pueden construir muchos de los sueños de las personas con discapacidad intelectual.